Reseña del libro "Uno lleva su cuerpo"
Se nos permite una cercanía al incesante centro de la luz donde no es casual el intervalo: asisten el poeta y el misterioso significado que se ajusta a las variaciones del lenguaje. El poeta, juez de su frágil equilibrio, busca, escarba, recompone los fieles signos que interpretan los temblores del día. Ajusta, impulsa y recomienda la fiera cascabel que se detiene y la intensa cicatriz que no domina y cansa. Historia natural de doble vía: "El poema no tiene referencia exterior; la referencia de una palabra es otra palabra" (Octavio Paz). Muy pronto, la atracción que ejerce la palabra y su inesperado retorno, modifica nuestro saber de las cosas y prolonga la sensible experiencia de vivir: boca sobre el agua, mano en otra mano, luz de la noche misteriosa donde todo empieza, cuerpo, mente, árbol, ciudad difícil, historia repetida y la palidez que nos escribe y que se llama poesía. También se llama Uno lleva su cuerpo, título del libro escrito por el poeta Gustavo Quesada Vanegas. La palabra en primera acción: Se enrosca en mi lengua/ y me repite... Perseguido por su propia lealtad, Gustavo Quesada, el excavador, sube al cuello elusivo de la poesía y calcula el horizonte. El horizonte es una acción de la mano. Pero aún no finaliza. Sólo contempla su comienzo. Cuándo seré la hoja/ que termina el libro? Colección Los Conjurados. Común Presencia Editores.