Reseña del libro "Ama a Tu Iglesia, Pero No Te Cases Con Ella: Consejos Para Pastores y Lideres"
Basado en mi experiencia de cuarenta y cinco (45) años de labor pastoral, estoy confiado de que Dios usará este libro como canal para contestar algunas interrogantes que han surgido en la mente de algún pastor principiante o del que ya lleva algunos años en el pastorado. Especialmente, a aquellos que viven 24/7 casados con la Iglesia, lo que- en la mayoría de los casos- los lleva a abandonar así su principal responsabilidad: "su familia". Cuando se suscitan problemas en tu iglesia- que pueden terminar debilitándote- has pensado en renunciar al ministerio? Sabes qué actitudes tener hacia la congregación que no se confundan con las de un esposo hacia su esposa? La vida pastoral está llena de retos de diferentes formas y estilos y han sido múltiples! Pero para mí, cada uno de ellos han representado ese firme aterrizaje en tierra, a pesar de las adversidades; otros, me han permitido celebrar buenas oportunidades para alcanzar el propósito de Dios. Cómo van tus desafíos? Mi mayor deseo es que este libro ayude a las personas a formar su carácter pastoral para liderar su congregación, en particular a aquellas personas que han recibido el llamado de Dios al ministerio, pero que se han detenido porque han visto los sufrimientos o atropellos que se arremeten en contra de los pastores. Si está dispuesto a continuar, a pesar de todo, permítame acompañarle! El autor José R. Arce es esposo, padre de familia y pastor nacido en Puerto Rico en 1941. Llegó a New York (Estados Unidos) en 1959 con muchos sueños por cumplir, sin saber cómo iba a ser su vida en la gran manzana? Pero Dios tenía otros planes! Pues en 1960, lo rescató y él recibió su llamado al ministerio, ese que ha labrado hace más de 4 décadas junto a su amada Carmen Iris Lebrón, quien se convirtió en su esposa hace 58 años y tuvo cuatro hijos: Isaac, José Jr. (quien lidera el legado de sus padres), Sarah y Roxana. Vive en Washington D.C., donde el Señor los envió a pastorear hasta el momento de su retiro esa congregación que levantaron con amor y pasión por Cristo: Casa Del Alfarero.
