Reseña del libro "Donuts en la Sala de Togas"
Mientras transcurre el proceso de su divorcio contencioso, la protagonista se ve obligada a soportar la ausencia de su hijo de doce años, a quien logran mantener alejado de ella a pesar de la firme batalla que emprende para impedirlo. Durante su espera y su lucha, la madre trata de idear algun sucedaneo con el que poder brindar al niño las referencias que le ofreceria si estuviera a su lado, y lo hace de la unica manera que se le ocurre: rescatando el vinculo familiar que comparten y reconstruyendo, a traves de el, el material identitario que a ambos concierne.El humor, la invocacion a los ancestros y la reflexion sobre la condicion vulnerable de la identidad, impregnan este recorrido sereno y libre de duelos o conciencias de guerra, donde las fluctuaciones de un pasado algo disparatado llevan a la protagonista a intentar hilar, con todo el cuidado y la ternura que le inspiran sus antepasados y las andanzas de estos, la enorme maraña de raras hebras que constituyen esos ancestros. Para que pueda desempeñar con la mejor disposicion esta labor que a si misma se ha impuesto, va a dejarse llevar de la mano en todo momento por unos personajes tan surreales como pueda ser una abuela productora de cine durante la postguerra, un padre que practica inesperadas autopsias a estrellas de Hollywood, una catedratica de la universidad donde ella estudia dispuesta a organizarle misas domiciliarias para que apruebe examenes, o una serie de encuentros y desencuentros con el fantasma de Jose Antonio Primo de Rivera. Mientras va reuniendo en su relato el manojo de episodios y de familiares remotos que vinculan congenitamente a madre e hijo, la protagonista tratara de paliar la dura separacion dando forma tangible con sus palabras a ese vinculo invisible a sabiendas de que, pese a cualquier obstaculo que se interponga, el comun legado sera algo que siempre los mantendra unidos.